Fue como una espina encajada en el corazón, de esas que se escabullen al querer arrancarlas
de la que crees haberte deshecho hasta que notas que el pinchazo sigue ahí
Así permaneció en su interior, arraigada en sus entrañas
Siguió la vida y estuvo siempre ahí, como parte su ser, enquistada en su alma
sobreviviendo el día a día, nuevas ilusiones, los sueños, sonrisas, la vida...
Solo un pequeño dolor en el corazón, un nudo en la garganta y una mirada perdida, en los momentos en que algún tropiezo advertía su presencia, fueron las secuelas de aquella espina que le regalo la vida
Sólo en eso pudo convertirse su cariño más bonito, tan bonito que nunca acabo. Cicatriz que nunca se borró...
Es así como ocurre muchas veces, parte de la vida que no podemos evitar
Lecciones que aprender sin perder el único amor que puede matarnos... El propio.
Solo un pequeño dolor en el corazón, un nudo en la garganta y una mirada perdida, en los momentos en que algún tropiezo advertía su presencia, fueron las secuelas de aquella espina que le regalo la vida
Sólo en eso pudo convertirse su cariño más bonito, tan bonito que nunca acabo. Cicatriz que nunca se borró...
Es así como ocurre muchas veces, parte de la vida que no podemos evitar
Lecciones que aprender sin perder el único amor que puede matarnos... El propio.