Ojos de niño, tu sonrisa tímida atrajo mi mirada mientras en silencio mi corazón hizo un espacio donde conservarte.
Llegaste a mi vida cuando más lo necesitaba, cuando la oscuridad intentaba opacar mi luz.
Supiste entre todos ver ese brillo en mis ojos que lentamente se iba apagando, lo cuidaste y conservaste como tu propio tesoro.
Entendiste día a día mis silencios, mis alborotos, mis temblores, mis miedos y pacientemente en silencio esperaste verme florecer nuevamente.
Brisa fresca para una vida ya marcada por el dolor, pequeño arcoiris después de un día de tormenta.
Qué mágica coincidencia te trajo a mi vida? Cómo es que mi insignificante humanidad se hizo merecedora de tu luz?
En silencio medito y voy tras los pasos de nuestra historia cuyo final nunca existirá.
Jamás alguien comprendió a tan singular par, jamás los rumores dejaron de perseguirlos; mas en su historia sentimientos inocentes y puros siempre se conservarán, secretos de una historia singular sin principio, sin final...
Ojos de niño, te llevo conmigo y te dejo a la niña que despertaste en el camino...
No hay comentarios:
Publicar un comentario