Y el silencio entro en la habitación
Los recuerdos agolpados en su cabeza
Encendieron las alertas
No iba a permitir que volviera a pasar.
Por mucho tiempo ahogó en su garganta
El dolor, la confusión, la frustración de no poder ser ella misma
Sumergida en su oscuridad, renació hecha mujer.
Nadie le dijo cuánto podía doler
Nadie supo ver lo que pasaba
Aprendió a librarse de sus fantasmas de sus tormentos.
Desde entonces vive alerta al mínimo movimiento,
A cualquier pequeña señal que represente una amenaza a su libertad.
Aún a riesgo de dejar pasar el amor
Antes que morir en el miedo, vivir en soledad.
Por eso escribo; pues quizás alguna vez, después de mucho leerme, lo llegues a comprender.
miércoles, 25 de octubre de 2017
Señales
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