Me preguntas cuánto te amo,
mientras sigues dando forma a la escultura que hiciste conmigo.
Cual arcilla fuiste moldeando a tu antojo cada espacio de mi
Y no sabes cuánto dolió, cuando arrancaste mis alas, esas que tantas heridas me costó conseguir.
Te conté mis batallas ganadas deseando que estuvieras orgulloso de mí,
Que en mis ojos lo vieras, que supieras que no fue fácil, pero sobreviví
Que valorases cada marca de mi cuerpo, que como un tesoro de guerra que llevo marcado en mí.
Que me cuidases así como era, así como llegue a ti.
Que besaras cada cicatriz y la amases como parte de mí.
Sin embargo sólo fui arcilla, materia prima para moldear, para crear de ello al ser que deseabas amar.
No viste el dolor en mis ojos cuando desechaste las piezas que más te estorbaban, esas inútiles que no te servían, que me habían hecho ser quien era, quién yo amé.
Pero esa era la elección amarme así o amarte a ti,
No me viste luchar contra tus manos que firmes iban derribando cada poquito de mí.
¿Y preguntas cuánto te amo?
Miro mi reflejo y me desconozco, intento salir, escapar.
Me siento vacía,
¿cómo puede pasar?
Ser tan feliz contigo y extrañarme tanto a mí.
Sonrío y digo que te amo; con dolor en los ojos, con silencios, con nostalgia de quien fui y miedo de quien soy.
Tú ves en mi mirada falta de amor,
Yo, todo aquello que cambié por hacerte feliz.
"Te amo, más de lo que imaginas", digo
Consciente de que no tienes idea de lo que en realidad hablo.
Seguro de ti mismo contestas: Te amo más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario