jueves, 3 de enero de 2019

Caminos

El tiempo en que la vida nos hizo coincidir no fue el más apropiado.
Yo jugaba a ser feliz y él era un huracán de emociones por ordenar. Siempre comprendí aquello en él, pero creo que él siempre esperó poder convertirme en otra persona.
Y es que, a pesar de disfrutar mis maneras, parecía no comprender los mecanismos de esa locura tan mía que le atrajo desde la primera vez.

Yo era tan rebelde y él tan atado a las absurdas normas sociales, queriéndome sólo suya y yo esperando sentirme libre a su lado.

No fue el momento más apropiado de encontrarnos, pero fueron inolvidables para ambos.
No acabamos juntos, pero jamás pudimos separarnos.

Aún sueño con un segundo intento del destino. Esta vez talvez lo logremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario