sábado, 19 de enero de 2019

Paradoja

No fui la primera, tampoco la última, pero soy la única que vaga por tu mente sin poder tú controlarlo.
No me quedé y, aunque no tomas ya mi mano, nunca dejamos de estar juntos.
No he vuelto a rozar tus labios, pero cada mañana despierto con la calidez de tus besos.

En esta montaña rusa en que se convirtió mi vida el sitio a mi lado quedó vacío sin embargo aún me rescata tu abrazo cuando las emociones superan mis fuerzas.

Y aunque sentí las miradas celebrar esa derrota que daban por sentada desde que nuestras vidas se cruzaron, nunca nos dimos por vencidos. Incluso hoy, tu mano y la mía sigue unida por ese fino hilo que nos ató el uno al otro desde el principio de los tiempos, sin que tú o yo lo hayamos elegido sin que pudiésemos si quiera evitarlo.

No fuimos los primeros en la vida del otro, tampoco los únicos, pero nadie conocerá de nosotros los sentimientos que solo juntos descubrimos.

No ha habido final feliz, pero esta historia aún no conoce el fin.
No despertamos ya juntos pero nadie cuida tus sueños como lo hago yo.

Dicen que acabó, pero aún estamos aquí.
Dicen que somos historia, pero hay historias que merece la pena revivir.
Creen que no más, pero he aquí contra todo pronóstico un día más, tan nuestro como nadie pueda imaginar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario